lunes, 23 de enero de 2012

El peor de los mundos posibles

Que la vida era, es y será injusta no es ninguna novedad.

Pero sin embargo, este siglo hemos batido la última plusmarca: por qué no hacer este mundo todavía más zafio y una experiencia aún más horrible si cabe? Y lo hemos conseguido, vaya que sí.

El despliegue de maldad es como un torrente que no conoce dique de detención y lo inunda todo, dejando escombros e hipotecas impagadas a su paso. Éste mundo es aún peor que el del siglo pasado porque se busca el mal por hacer el mal (sin beneficio alguno, únicamente porque mola). Hay cierto elemento en la psique de la "ruling class" relacionado con inflingir tormentos "for the hell of it" que no puede pasar desavertido al analista contemporáneo más agudo.

Todo lo que sea malo va a ser gratis. Tormento gratis, humillación gratis, explotación gratis, hambruna gratis, etc...
La gratuidad de lo zafio y la perversidad gereralidaza es tan conspicua que paraliza los sentidos de la persona mínimamente sintiente o sensible.

Y asímismo no es posible un mundo peor que éste. Si hubiera ni siquiera el más mínimo pequeño tornillo desajustado de más, el mundo se autodestruiría inmediatamente sin preaviso. Estamos operando con los mínimos, caballeros. Siglos de evolución no han dado para más.

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